El momento es AHORA, porque se ha detenido el tiempo de la producción, del correr para vivir y de valorar la vida. Ha sido un virus, una microscópica amenaza la que ha permitido que paremos y más allá de las muchas versiones sobre la procedencia o de los efectos económicos, políticos, sociales, demográficos que causará la pandemia, quiero dejar unas reflexiones que superan los deseos de brillar en la academia, para simplemente evocar y clamar por el Buen Vivir como la práctica urgente de vida.