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Solsticiando

El 21 de junio sucede el Solsticio de verano, el inti raymi andino, las fiestas de San Juan según las fiestas religiosas que tomaron la celebración pagana que recuerda la conexión con los ciclos del Sol y los ritmos de la tierra. Es un momento propicio para celebrar la vida, para sincronizar la danza vital con las llamaradas solares y los pálpitos telúricos que marcan un nuevo ciclo: empieza el frio en el hemisferio sur y se da la bienvenida al calor en el norte, celebrando la dualidad del calor y el frio que se complementan.

El espacio tiempo es cíclico, por lo que nada tiene que ver con la visión lineal de un tiempo -separado del espacio- en el que vamos hacia adelante o hacia atrás en un camino que nos preocupa y poco nos ocupa. El espacio tiempo pasas porque ambos conceptos: espacio y tiempo están unidos, son el ESTAR ocupando un espacio, un lugar, un campo desde la presencia o consciencia de ESTAR PRESENTE, mientras que el tiempo va marcando el ritmo de los ires y venires de la EXISTENCIA o PRESENCIA.

Para comprender mejor este juego de palabras, simple y complejo a la vez, te invito a que te imagines observando un lago al que lanzas una piedra que al caer, genera ondas, que van y vienen, que se mueven como olas que observas desde la presencia de estar AHÍ, percibiendo el ir y venir del agua. La observación desde la presencia es el espacio que ocupas tu, que ocupa el agua y la piedra, mientras las ondas son el tiempo que va y viene. Así mismo es la vida, desde la cosmovisión de la consciencia del espacio tiempo como un todo que habitas y te habita. Los ciclos están en todo: en nosotros desde el nacimiento, bueno, desde los 9 meses del embarazo, que coincide con el cultivo de la vida; luego viene el parto, la infancia… los ciclos que hacen que pasemos de bebes a niños, luego a adolescentes, jóvenes, adultos.. y así la vida comprende ciclos que se pueden dividir en lunas, como las 13 lunas que vemos cada 28 días, o los ciclos de 7, 9 o 13 años que marcan las etapas de la vida del ser humano.

Esos ciclos son los calendarios, que pueden ser de cosechas o ecológicos, como los de la selva, que marcan el ritmo de la vida y la sinfonía con la que se sintonizan las común unidades, con los alimentos, los animales, los ríos, lluvias y veranos.

Los antiguos median esos ciclos en distintos espacios tiempos, que iban desde el pequeño (como los 9 meses) hasta los más grandes, como los más de 25 mil años del gran ciclo cósmico. Así, los calendarios mayas, incas, hopis y de los pueblos conectados con el ciclo en la tierra (y viceversa) sintonizan con los ritmos de la vida, esa que va más allá del pequeño que marca las horas lineales a la vez que nos enajena de nuestra naturaleza humana.

Pero hay unos ciclos que seguimos viviendo, aunque muchas veces no somos conscientes de su importancia. Son los solsticios que ocurren cada seis meses y que en el calendario gregoriano se han asimilado a las celebraciones de San Juan, pero que son el Inti Raymi, la fiesta del SOL, del gran astro que da energía a la vida, permite la abundancia en las cosechas y la distribución del alimento. También celebramos el solsticio de invierno, que en el norte se celebra con la nieve que representa a Papá Noel, la navidad centrada en consumir, olvidando la sabiduría celta o de otros pueblos que cerca del 21 de diciembre se reunían en el calor de la familia.

Si, cada año hay solsticios cada seis meses, y equinoccios cada 3 meses (el de primavera y otoño), que nos permiten sintonizar con nuestras propias etapas mientras los astros van marcando ciclos de la vida en la tierra, dándonos la posibilidad de caminar en consciencia la vida, aquí y ahora. Ese es, el camino consciente de la Vida Plena y del Buen Vivir, aquí y ahora.

Soy una investigadora social formada en la investigación acción participación, enfoque que impulsa la capacidad de transformación de las personas y los colectivos. Estudio y practico el Buen Vivir, elaboré mi tesis doctoral en Estudios sobre el Desarrollo sobre esta propuesta de cambio de paradigma de vida para la humanidad y nuestro amado planeta. Creo que es tiempo de cambiar los viejos esquemas que nos dividen y limitan como personas, sociedades y civilizaciones, ahora es el momento de ser mucho más que razón para empezar a vivir en armonía con los latidos del corazón, el de la tierra, el de cada persona y el del sol.

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2 thoughts on “Solsticiando

    1. admin

      eso está muy bien! observa los ciclos del cielo y de la tierra, poco a poco irás aprendiendo a conectar con esa energía, desde el latido de tu corazón, que baila con el sol y con la pachamama.

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