El momento es AHORA, porque se ha detenido el tiempo de la producción, del correr para vivir y de valorar la vida. Ha sido un virus, una microscópica amenaza la que ha permitido que paremos y más allá de las muchas versiones sobre la procedencia o de los efectos económicos, políticos, sociales, demográficos que causará la pandemia, quiero dejar unas reflexiones que superan los deseos de brillar en la academia, para simplemente evocar y clamar por el Buen Vivir como la práctica urgente de vida.
AHORA podemos centrarnos en lo esencial: cuál es la VIDA que queremos vivir? vale la pena seguir corriendo una carrera contra la vida misma? con un día a día que nos deja agotados en la noche, cuando en las grandes ciudades nos vamos a descansar pensando en lo que nos espera al día siguiente, en todo lo pendiente que no llegamos a alcanzar. Corremos como hamsters, atrapados en una rueda que no parece llevarnos a ningún lugar más allá del agotamiento físico, emocional y de la ausencia de la consciencia espiritual del ser humano.
Mientras seguimos en esta transición forzada hacia una «nueva normalidad», el mundo cambia y no necesariamente para mejor! El malvivir, como lo denominó el maestro José María Tortosa, es la forma de vida que se ha establecido como la normalidad de la producción, el crecimiento, el desarrollo y el progreso. Y ha sido precisamente en el mundo desarrollado en donde se ha empezado a hacer evidente lo absurdo de un sistema que nos clama por malvivir, para lograr el sueño de tener por encima del ser, correr, producir, agotar la vida para posponer los sueños al día que por fin (y con suerte) llegue la jubilación. Esa jubilación que posiblemente «disfrutaban» los cientos o miles de ancianos y ancianas de murieron solos, aislados en residencias, victimas de un modelo que pone fecha de caducidad al ser humano por dejar de ser productivo y en el que la ausencia de comunidad condena a las personas mayores a malvivir en soledad la vejez. Y todo lo vivido durante una vida, ¿para qué? ¿vale la pena trabajar y trabajar, competir, consumir para mal vivir?
Este el modelo basado en el mito del progreso, del desarrollo y del crecimiento ilimitado a costa de la naturaleza y de la vida, debe dejar de ser el referente que guíe la vida de la humanidad y la estabilidad del planeta. El cambio es urgente y la reflexión sobre el rumbo a tomar no puede esperar, pues hemos comprado un modelo inviable, que nos cuesta la vida, de la naturaleza y cualquier posibilidad de VIVIR BIEN.
Tampoco tenemos tiempo para debates, hemos de salir de la red de la matrix que nos tiene atrapados en un laberinto que hemos de dejar atrás. Y el momento es AHORA, porque el cambio de rumbo que anuncian los gobiernos para la vida postpandemia resulta aún más aterrador que la normalidad que dejamos atrás: más tecnología para la producción -no para la recuperación del planeta, la redistribución de las riquezas o la garantía de los derechos humanos, sino para más optimización de recursos, incluidos los humanos-, el teletrabajo, televida, control digital de nuestros movimientos, cuerpos y vidas, despliegue satelital, 5G y aumento de la contaminación geomagnética, más toxicidad para nuestro territorio cuerpo, mayor devastación de la naturaleza y más agresiones a los pueblos indígenas, y un sin número de señales que nos instan a movilizarnos AHORA.
El Buen Vivir es el referente, el Sur que hemos de buscar para cambiar de rumbo. El Norte debe mirar al Sur, para darle la vuelta al paradigma, al modelo y al camino que nos puede llevar a la tan anhelada Vida Plena que es posible. Para ello, tendríamos que considerar un tema que poco ha sido tratado en la academia o círculos de reflexión sobre el Buen Vivir: la espiritualidad como parte esencial para recuperar la esencia de la vida del ser humano.
No podemos seguir pensando en que es viable construir el buen vivir sin dar la opción del sentir, del sentipensar, sentivivir como condición imprescindible para la liberación del ser humano. Volver a nuestro centro, al ser es la clave para romper las cadenas que nos emanciparan de la esclavitud a la que nos ha sometido un sistema basado en el tener.
Lo espiritual, la consciencia de que somos más que materia productiva y que la vida es más que producir para tener bienes materiales, es la base de la renovación del ser humano. Esa es también la base del Buen Vivir que siendo tan sencillo, es difícil de comprender en un mundo materialista e hiperracionalista en el que el ser humano está enajenado de su consciencia y poder de transformación. También es la base de una vida en común-unidad, porque sin la consciencia de que somos parte de un todo, sale el individualismo y se rompen los ritmos naturales de la vida. El momento es AHORA. El Pachakutec (tiempo de transformación) es ahora una necesidad para la subsistencia de la vida digna, de la vida plena. Es el momento también de trascender los planteamientos sobre el despertar, la transición, el cambio… porque es AHORA cuando hemos de actuar.
Por mi parte, anuncio renovación de esta web. Algunos contenidos serán eliminados, otros ampliados y será incluido un nuevo apartado: el espiritual, el camino del inka, el viaje del héroe, la travesía del guerrero del arco iris… este que será abordado desde un enfoque que he ido gestando durante años y que AHORA ve la luz, como un planteamiento que desde la metafísica cuántica permite fusionar el saber ancestral con la ciencia postmaterial. Este espero, sea un aporte para este MOMENTO en que ha de cambiar el rumbo de la humanidad, porque el MOMENTO ES AHORA.
Anónimo
Una reflexión super interesante que nos hace recordar que somos un TODO sin divisiones de las clases sociales, etnicas y etc.
Nico
Maravillosa esa reflexión! Gracias por compartirla y la invitación a reflexionar. Que interesante el concepto que planteas de común-unidad, valiosa para lo paradójico de nuestros tiempos. Un abrazo grande!
admin
Gracias Nico! Esa práctica de la común-unidad no es mia, es de las enseñanzas de la pachamama, de las prácticas de nuestras comunidades ligadas a la tierra y al cosmos, de los abuelas y las abuelas que nos han transmitido el conocimiento. Ahora nuestra labor ha de ser practicarlas y compartirlas: irradiarlas como los solecitos que somos, para alumbrar esta tierra en tiempos oscuros. Te abrazo con la luz del arco iris
Nilda
¡Deseo aprender! Hago espacio para seguir más de cerca este paradigma. Agradezco tu dedicación. Abrazos!
admin
Abrazos también para ti Nilda. En esta web tienes mucha información, te recomiendo que visites la mediateca, donde encontrarás audios, videos, cartillas o folletos con información sobre el Buen Vivir. Es lindo que quieras aprender, pronto subiré más cositas interesantes y prácticas.
Te abrazo
Adriana
Carlos Jàra
Me encanta esa perspectiva de resistencia y alternativa. Gracias
admin
Vamos Carlos, resistir es vivir, ya no hay otra opción más que ser y crear el cambio. ánimo!!
José Luis Ricapa Ninanya
Hermana Adriana, hace un tiempo conocí este espacio tuyo, lo he seguido y recomendado varias veces, no te dejé una nota de agradecimiento, más nunca es tarde, ¡gracias por tu gran labor de compilación, estudio, reflexión, producción, gracias y felicitaciones también!
Resueno tanto con este «último» post tuyo, el llamado al Buen Vivir desde un sentido más esencial, sutil, re-conector… el mismo llamado que sigue teniendo eco en muchos seres haciendo en el tiempo del AHORA. Así como has hecho la vinculación del Buen Vivir con las propuestas del decrecimiento, la transición, etc.; me sumo a tu intención de hacer un tejido mayor, por ejemplo con las propuestas ecoaldeanas, permaculturales, los movimientos de comunidades intencionadas, de quienes, sin haber nacido en una comunidad originaria, habiendo nacido en la ciudad, ahora están reconstruyéndose y reconstruyendo el Buen Vivir desde el ahora, redescubriendose indígenas, todos somos «indígenas» al ser hijos de la misma Madre. Sigamos tejiendo (https://web.facebook.com/Sumaqkausayperu/).
PD: Me gusta tu audenominación como sanadora que es parte de un movimiento de científicos cuánticos y de ciencias postmateriales, muy necesaria reinvindicación, en esos términos :), más aún en estos tiempos de «pandemia» que sólo tiene sentido desde una concepción materialista.
admin
Gracias hermano por pasarte por acá, por el mensaje y por la difusión de este espacio. Llegó la hora, no podemos postergar más, vamos a vivir el KAYPACHA, el AQUÍ Y AHORA, desde la consciencia armónica de ser estando y estar siendo. Juntos hacemos el tejido mayor y por supuesto, las propuestas que mencionas son bienvenidas para la renovación de la pachamama y de nosotros sus pequeños habitantes. Me hace feliz ver el evento para septiembre, ojalá podamos encontrarnos y sino, cuenta con este espacio para la difusión. Avancemos hacia el postmaterialismo, a la sanación de nuestro corazón y a la unidad-hermandad! Jallalla
Rafael Emilio Urbaez
Muy interesante su reflexión, nos parece que es el camino, mas que invitar a otros a vivirlo es vivirlo para que los demás aprendan con el ejemplo.
admin
Así es Rafael Emilio, lo más bonito del buen vivir y del conocimiento ancestral es que nos invita a vivir en el presente, en consciencia de lo que somos, hacemos, pensamos y sentimos. Superar la teoría para vivir en la práctica.