Para los pueblos Arhuaco, Barasano y Wiwa para el vivir bien es clave la permanente comunicación espiritual con los denominados padres y madres (o “dueños espirituales”) de los distintos elementos que conforman el planeta como el agua, la tierra, el viento, el trueno, los árboles, los animales y las estrellas. Estos seres “espirituales” o invisibles surgieron en los orígenes del mundo y son la base principal que garantiza la existencia, el conocimiento, el orden y la vida de la gente en el planeta.